Algunos hombres son tan cobardes que no son capaces de amarse a si mismos, y tratan de buscar ese valor en la opinión de otras personas.
Perdiendo con ello la autoridad sobre si mismos, y supeditando a la opinión del prójimo, su belleza, su inteligencia, su fuerza, y lo más grave su valor como seres humanos.
Sin saber que ya poseen un valor por el simple hecho de ser personas, únicas e irrepetibles, con maravillosa existencia, que jamás, será en ningún, instante de algún tiempo, de la historia de un cuento o relato fantástico.
30/05/06
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